

Mientras aún resuenan los brindis por el Año Nuevo, en astrología tenemos un pequeño secreto: ¡todavía no hemos terminado el año! El ciclo astrológico sigue en marcha hasta que el Sol entra en Aries, el 20 de marzo, marcando el equinoccio de primavera. Así que, mientras otros hacen sus resoluciones y compran agendas nuevas (que seguramente quedarán abandonadas en febrero), nosotros seguimos reflexionando en este último trimestre.
¿Qué esperar de estos meses? La energía de Piscis toma el protagonismo del cierre astrológico, con Neptuno, Saturno, Venus, el Nodo Norte y, en febrero, el Sol sumándose a la fiesta. Piscis, el soñador del zodiaco, nos invita a flotar en un mar de fantasías y a desconectarnos de la realidad… pero cuidado: Saturno también anda por ahí, como el aguafiestas cósmico. Es como si Neptuno susurrara: “¿Nos echamos una siesta?” y Saturno respondiera: “Claro, pero primero friega los platos”.
El mensaje es claro: no podemos escapar de lo que no queremos enfrentar. Saturno en Piscis nos reta a mirarnos al espejo, y a soltar esas máscaras que usamos para evitar que vean nuestra vulnerabilidad. Es un momento perfecto para desarmar bloqueos internos, para dejar de lado las excusas y asumir nuestra propia responsabilidad. Mientras Neptuno te tienta con otra tarde de procrastinación (en forma de maratón de series de Netflix), Saturno te recuerda que la verdadera paz llega al asumir responsabilidad. Sí, la adultez no perdona, ni siquiera en el cielo…
Estos meses son un verdadero portal para conectar contigo mismo. ¿Qué sueños tienes? ¿Son metas reales o simples fantasías con las que te escapas de lo que no te gusta? Piscis puede ser confuso, pero Saturno es como ese amigo brutalmente honesto que te dice las cosas sin filtro, mientras te da un sopapo. Si quieres saber si un sueño es auténtico, pregúntate cuánto trabajo estás dispuesto a invertir en hacerlo realidad. Recuerda: Saturno no regala nada, pero sus recompensas valen el esfuerzo.
Por último, el gran sextil cósmico será el cilantro de este guacamole: Marte retrógrado en Cáncer, Urano retrógrado en Tauro y Saturno en Piscis unen fuerzas para recordarnos que emoción, innovación y disciplina pueden coexistir. Marte pide que actuemos en coherencia con nuestras emociones; Urano en Tauro pide creatividad y adaptabilidad en temas de recursos materiales; y Saturno en Piscis nos empuja a ser responsables, pero con un toque de empatía. Este aspecto es como una receta para construir algo real, sólido… y desde el cariño.
Así que, mientras Piscis te invita a soltar el control y a confiar en la vida, Saturno te tiene con los pies en la tierra (y, probablemente, con una buena lista de tareas). Usa este tiempo para limpiar tu terreno interno y decidir qué semillas vas a plantar en la próxima primavera cósmica. El año astrológico aún no ha terminado, pero los preparativos para el nuevo, ya están en marcha.
Confía en ti y en el universo… pero como dice el refrán: A Dios rogando… ¡y con el mazo dando!