
El Informe de Riesgos Globales 2025, presentado por el Foro Económico Mundial durante su reunión anual en Davos, ha revelado un panorama preocupante sobre los desafíos que enfrenta el mundo en los próximos años. Este año, la atención se centra en los conflictos armados entre países, que han sido identificados como el riesgo más urgente e inmediato, con casi una cuarta parte de los encuestados señalándolos como la principal preocupación para 2025. Este hallazgo refleja el aumento de las tensiones geopolíticas y la fragmentación global que marcan la actualidad.
La desinformación y la información errónea también se destacan como riesgos críticos a corto plazo, exacerbando divisiones sociales y erosionando la confianza en las instituciones. Estos factores complican la cooperación internacional necesaria para abordar crisis compartidas, lo que se vuelve cada vez más urgente en un contexto de polarización creciente.
En cuanto a los riesgos medioambientales, continúan dominando las perspectivas a largo plazo. Los fenómenos meteorológicos extremos, la pérdida de biodiversidad y el colapso de ecosistemas son preocupaciones centrales que podrían tener repercusiones devastadoras si no se gestionan adecuadamente. La contaminación también se posiciona como un riesgo destacado tanto a corto como a largo plazo, reflejando la creciente preocupación por sus efectos en la salud y el medio ambiente.
El informe, elaborado a partir de las opiniones de más de 900 expertos y líderes sectoriales, subraya que las tensiones geopolíticas y los avances tecnológicos están interconectados con estos riesgos. La inteligencia artificial, aunque ofrece oportunidades, también plantea riesgos significativos relacionados con la manipulación social y conflictos potenciales.
Mirek Dušek, Director General del Foro Económico Mundial, advirtió sobre el creciente desequilibrio en el sistema global: “El aumento de las tensiones geopolíticas y la crisis climática están tensando el equilibrio del sistema global como nunca antes. Los líderes mundiales deben elegir entre fomentar la colaboración o enfrentar una inestabilidad creciente”.
A medida que el Foro avanzó hacia su cierre el 24 de enero, quedó claro que la cooperación internacional será esencial para mitigar estos riesgos interconectados. La comunidad global enfrenta un desafío monumental: encontrar formas efectivas de trabajar juntos para crear un futuro más seguro y sostenible.