Iniciando el año 2020, recibimos la noticia de que un virus desconocido había invadido la ciudad china de Wuhan, cobrando la vida de cientos de sus habitantes. En ese momento, el mundo desconocía las dimensiones y los alcances negativos que ese virus sería capaz de conseguir a lo largo y ancho del planeta.
Actualmente sabemos que el bichito 19 es peligroso y devastador. El número de casos de COVID-19 en todo el mundo confirmados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) supera los 61 millones; mientras que los fallecidos sobrepasa el 1, 440,000.
El escenario para este año presenta algunas vacunas que han empezado a distribuirse en diversos países del mundo. Si tomamos en cuenta el número de contagios y fallecidos, la vacuna es un granito de arena en el desierto.
Pero hay algo que la humanidad debe saber. En Medio Oriente hay una región que ha padecido terriblemente los efectos del covid. Se trata de la Franja de Gaza. Los gazatìes han padecido las agresiones israelíes desde la ocupación (colonización) del territorio: bombardeos, bloqueos, asesinatos de inocentes y una tentativa de una ocupación perpetua anunciada por Trump y Netanyahu en su “acuerdo del siglo”.
En el único laboratorio donde se hacen pruebas de covid, se practican aproximadamente 2,300 pruebas diarias. En las calles de Gaza se encuentran 25 mil contagiados. Los médicos gazatìes afirmaban en diciembre que el oxígeno sólo alcanzaría para un par de días. Los kits de protección también estaban ya por agotarse.
El Ministerio de Salud Palestino ha demandado insumos a todos los organismos de salud. El jefe de misión de la Unión Europea visitó el lugar a principios de diciembre del año pasado para ofrecer ayuda humanitaria, pero desde entonces, no ha ocurrido nada relevante. Si bien la OMS envía ayuda humanitaria “a cuenta gotas”, ésta no llega en su totalidad a causa de los bloqueos de Israel.
Resulta que los países árabes que han normalizado relaciones diplomáticas con el Estado judío, como Egipto, apoyan tácitamente el cerco de Gaza. El apoyo que promete Europa depende de que mejore la salud de sus ciudadanos, antes de enviar cualquier ayuda a esta región del mundo. Recuérdese que hace un año los países europeos se aislaron para evitar los contagios, sin ayudar siquiera a otros Estados de la zona euro. Tómese en cuenta que cualquier ayuda para los gazatìes debe superar el sitio israelí. No hay de otra.
Nuevamente, el mundo desconoce la complicada situación de una de las regiones más pobres del mundo cuyos habitantes enfrentan un doble bloqueo: el israelí y el confinamiento decretado por todos los países del mundo. Un gazatì refería en una entrevista para un medio europeo que él y su familia no morirán por covid, sino por hambre. Ningún habitante de Gaza puede (sobre) vivir bajo un doble bloqueo.