

Arturo Zaldívar Lelo de Larrea egresó de la Escuela Libre de Derecho y Doctor por la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM); en la Licenciatura obtuvo el grado con la tesis “El juicio de amparo en contra de reformas constitucionales” y en el doctorado con el trabajo de investigación denominado “Hacia una nueva Ley de Amparo”; actualmente, es uno de los juristas más destacado a nivel nacional.
Dentro de sus trabajos más relevantes destacan aquellos enfocados a la defensa del derecho a la libertad de expresión, el derecho al honor, a la intimidad y la no discriminación, sobre el derecho a la igualdad y la no discriminación en anuncios de trabajo; ha velado por los derechos de las personas con discapacidad y el desarrollo de principios para determinar responsabilidad en casos de Bullying; su trabajo ha llegado a puntos en los que se ha determinado la inconstitucionalidad respecto al uso lúdico de la marihuana. El apellido Zaldívar siempre representa respeto para quienes somos abogados, es una eminencia.
El día 7 de noviembre de 2023 va a quedar marcado en la historia de nuestro país derivado de que, el Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, presentó su renuncia al Lic. Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, pero lo cierto es que la pone a la vista para unirse a la campaña de quien, al día de hoy favorecen las encuestas, es decir, la candidata oficial Claudia Sheinbaum; sin embargo no fungirá como el principal asesor legal de la aspirante, sino para que, con el cobijo y protección de Sheinbaum, elabore y presente la propuesta de AMLO de reformar al Poder Judicial.
Tarea nada sencilla tiene Arturo Zaldívar, pero el sabe de comezones y pellizcos, ya que siempre se encuentra al lado de quien ocupa la silla presidencial; primero con Felipe Calderón, quien gracias a él llegó a ser Ministro, pero terminó su relación en disputa; en un escenario posterior, pero inteligentemente, se acercó a Andrés Manuel López Obrador, con la finalidad de que, en 2019, tras una votación histórica, cerrada y dividida, obtuviera la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este nombramiento lo relacionó directamente con la Cuarta Transformación, teniendo una relación cercana, muy cercana a quienes se encuentran en la cúpula del poder.
Zaldívar es un viejo lobo de mar y su renuncia deja entrever quien será la próxima Presidenta, porque los acuerdos tomados no son únicamente para la campaña política, sino también serán para estar en alguno de los espacios de mayor importancia al momento en que se le sea colocada la banda presidencial a la primera mujer en ocupar este cargo en México.
La renuncia deberá pasar por la aduana del Senado y el escenario no resulta certero, ya que se necesita mayoría calificada, es decir, donde se exigirán porcentajes especiales de votación, lo que representa que dicha votación deberá estar por encima de la votación requerida para la mayoría absoluta o igual o menor a la relativa.
Cierto es que, tras la reunión de Sheinbaum con Zaldívar, este último ha decidido presentar su renuncia, la cual viene acompañada de una serie de disgustos con la Ministra Presidenta Norma Piña, aquí, el único victorioso de aprobarse la renuncia, es sin duda Arturo Zaldívar, quien será el responsable de realizar el estudio para reformar el Poder Judicial.
Zaldívar deberá tener paciencia, en caso de que Sheinbaum ocupe la silla presidencial, Arturo no podrá ocupar un cargo de Secretario de Estado o Fiscal, hasta que no hayan transcurrido dos años de que haya concluido el cargo, o, en su defecto, que sea aceptada su renuncia, lo cual ya veremos con el pasar de los días…