Tener un mal jefe puede hacer un peor empleado, según estudio

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Un reciente estudio realizado por el Instituto de Tecnología Stevens y la Universidad de Illinois Chicago revela cómo un jefe abusivo puede tener un impacto negativo en sus empleados, afectando tanto su bienestar como su desempeño laboral. El estudio, publicado en la revista Group & Organization Management, arroja luz sobre los factores cognitivos que explican cómo el liderazgo abusivo puede degradar el rendimiento de los trabajadores y por qué algunos empleados son más susceptibles a este impacto.

Los jefes que recurren a gritos, críticas constantes e incluso se apropian del mérito de sus subordinados pueden socavar la iniciativa de los empleados y desincentivar sus esfuerzos por mejorar las prácticas comerciales. El autor del estudio, Howie Xu, resalta que los empleados que priorizan el avance en sus carreras suelen ser los más afectados por este tipo de abuso.

Para llevar a cabo la investigación, se encuestaron empleados y supervisores de 42 empresas en Corea del Sur, además de cientos de estudiantes estadounidenses. Se analizó cómo la supervisión abusiva afecta el comportamiento de los empleados en términos de asumir responsabilidades y liderazgo en su trabajo. Los participantes se clasificaron en función de si buscaban activamente oportunidades de promoción y avance o adoptaban un enfoque más orientado a la seguridad y estabilidad laboral.

Los resultados del estudio revelaron que aquellos que priorizaban el avance en sus carreras eran más propensos a reducir su comportamiento de “hacerse cargo” después de experimentar una supervisión abusiva. Esto podría deberse a que los empleados ambiciosos perciben que un jefe abusivo tiene un mayor control sobre su capacidad para recibir bonificaciones o ascensos, mientras que su capacidad para tomar decisiones de despido suele ser limitada. Esto es un hallazgo importante, ya que sugiere que las organizaciones deben empoderar a sus empleados para mitigar el impacto del mal liderazgo.

Un aspecto sorprendente del estudio fue que la variación en las respuestas de los empleados ante un jefe abusivo fue constante tanto en Corea del Sur como en Estados Unidos. A pesar de las diferencias culturales entre ambos países, la respuesta de los empleados ante líderes abusivos no mostró diferencias significativas. Esto resalta la importancia de abordar el problema del liderazgo abusivo de manera global y enfocarse en empoderar a los empleados como una estrategia efectiva para contrarrestar sus efectos perjudiciales.