Por: Mayte Garcia Miravete
Fotos: Maria Fernanda Vivar Garcia
Carlos es un joven artista vecino de Chiluca de 30 años de edad. En entrevista exclusiva para La Voz desde Zona Esmeralda nos platica sobre su experiencia a través del arte, de su vida, de sus sueños, de sus musas.
“De niño era muy estudioso, un nerd. Tocaba piano, pintaba, era un excelente alumno por lo que en cuarto año de primaria obtuve el Premio al mejor estudiante del Estado de México por promedio y aprovechamiento académico. “ Afirma Carlos. Nos platica, enmarcando esta parte en un amplia sonrisa, que todo iba bien hasta que descubrió a las mujeres. Ellas, las mujeres, a lo largo de su vida han sido personajes determinantes en su carrera. Son sus musas, sus amigas, sus mejores conversadoras, “son lo mejor que hay en la vida” asevera categórico.
Tuvo varios maestros hasta que lleguó con Lida, la maestra quien lo estimuló a través de ricas conversaciones, pues su conocimiento sobre el arte, la vida, su inteligencia lo impulsaban a continuar por el camino del arte.
A los dieciocho años sufre un cambio drástico, pierde a su mejor amigo. En ese momento él estudiaba Arquitectura y el impacto a nivel emocional fue tan fuerte que dejó los estudios, ello lo lleva a profundizar aún más en la pintura dedicándose por completo a ella, por lo que entró a escuelas como Casa Lamm y escuelas de San Miguel de Allende, para aprender técnicas del arte, historia del arte e iconografía del arte, entre otras disciplinas.
Su propuesta artística es poderosa. Los ojos son el centro para él, pues son los que le permiten conocer a las personas. “Me dedico a ver ojos, la caída del párpado, la profundidad de los mismos son un estímulo para mi” afirma el pintor.
Los negros, los colores brillantes, la mezcla de imágenes en la que sus voces internas como el sabio, el malabarista (quien lo impulsa a atreverse), el crítico duro están presentes en ellas, además de sus musas, quienes deben tener como requisito la elocuencia. El platicar con ellas provoca en el pinturas pletóricas de imágenes evocadas por las palabras de sus musas.
Su propuesta “Arte 360” es la posibilidad de un cuadro de poderlo disfrutar en cualquier posición o sentido y sin perder la intención, el mensaje, el impacto que provoca en el observador, el cuadro se puede girar en cualquier dirección.
Uno de sus sueños es promover el arte en México, afirma que el “Arte no tiene voz” y que es necesario generar espacios, apoyo, medios para apoyar espacios de expresión artística.