Diversión e inclusión al centro

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Ocurrió la visita del Jefe del Estado del Vaticano a México. Bergoglio pisó por primera vez en su calidad de Papa el territorio nacional. La cobertura mediática se encargó de que todas las mexicanas y todos los mexicanos, de ésta y otras religiones, supieran que Francisco estaba aquí.
 
Mesas de discusión y análisis, cobertura en misas, discursos y recorridos, reportajes de las recepciones en los lugares de visita y centenares de detalles útiles e inútiles llenaron las pantallas de televisores y computadoras de los usuarios nacionales.
También nos mostraron cómo se recibe a un jerarca religioso, cual producto del “star system” y de la misma forma visibilizaron, en el caso de la Ciudad de México, una euforia de mediana intensidad. Nuestros políticos de ficción laica besaron la mano de Francisco y un arzobispo mexicano, Rivera Carrera, repartió sonrisas complacido con su labor.
Destacan, preponderantemente, tres temas en la visita de Bergoglio a México.

1. La Omisión
Pederastia es una palabra, delito, que pende de las cabezas de sacerdotes de su grey a nivel global y, junto con los Estados Unidos de Norteamérica, México ha sido uno de los protagonistas de estas historias, particularmente por lo ocurrido entre los Legionarios de Cristo. Sobre este tema que tantas heridas causa a laicos y religiosos, el papa Francisco no hizo pronunciamiento alguno.

2. La Insistencia
El acento estuvo en la corrupción. Instó a los miembros de su grupo religioso y político a mantenerse alejados de los círculos de corrupción que permean la vida públicade nuestro país, no sólo la política sino también la religiosa, y muchas más. El tema de la corrupción y los excesos de poder es una premisa que acompaña a Francisco desde antes de su papado. Complementado con el discurso de la humildad, el jefe máximo de los católicos a nivel global predica desde su experiencia una vida humilde lejos de los círculos del poder y el dinero que son debilidad de algunos de sus agremiados.

3. La Avanzada
Diversidad e inclusión son lo novedoso y atendible en los mensajes clave del Papa Francisco. El grupo religioso al cual encabeza no es paladín de la diferencia, una revisión a la historia de la iglesia católica en poco más de dos mil años dará cuenta de ello. Sus batallas desde toda trinchera, incluidos los conflictos bélicos por erradicar lo diferente, están plasmadas en el recuento histórico del catolicismo, y también sus aportaciones al desarrollo de la humanidad.
Esta vez, y de la mano de la tendencia global, Francisco dio la sorpresa. Junto con las competencias laborales, las políticas públicas y las estrategias empresariales, el catolicismo trabajará desde todos los frentes con la diversidad y la inclusión. En su discurso oficial en el Palacio Nacional dijo a Peña Nieto que la diversidad era el punto central para cuidar por todos.

 

 

 

 

 

Al parecer, la iglesia católica, en voz de Francisco, hace una apuesta y marca tendencia para los próximos años: Diversidad e Inclusión, y demuestra que la sobrevivencia de este grupo religioso, por más de dos mil años, es por sus estrategias de adaptación a los nuevos tiempos. Habremos de seguir la realidad de su discurso.