Morena; entre la congruencia y la apariencia 

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Columna por: José Luis Cruz V.

Hablar de política en cualquiera de las aristas que representa la sociedad es tomar un posicionamiento en uno de los polos, ya sea a favor o en contra, en este caso del partido en el poder, para ser precisos México ha venido desarrollando esta situación desde el sexenio pasada encabezado por López Obrador, desde el momento en el que él clasificó como “Fifís” a todos los que no siguieran sus ideales, encabezados por temas económicos, mientras que aquellos que se sentían identificados se agruparon al concepto de “Chairos”.

La situación actual de nuestro país, así como de los actores políticos que representan los intereses de la sociedad ha dado un giro bastante interesante desde el punto de vista comunicacional, ya que si bien en el sexenio de AMLO, “La mañanera” fue eje central de posicionamiento de las tres agendas; pública, mediática y setting. Con la llegada de Claudia Sheinbaum, algunos analistas aseguraron que se continuaría con la línea de intereses gubernamentales replicados por medios a fines o medios de comunicación impulsados para generar contenidos que posicionarán temas de interés a favor de la cuarta transformación. Como bien es sabido “No se puede tapar el sol con un dedo”, ya que algunos de los escándalos en el sexenio anterior se minimizan, hoy los medios de comunicación han vuelto a recobrar su papel trascendental sobre el cuestionamiento de lo que hacen quienes nos representan como mexicanos, es por ello que día a día algunos casos de opacidad, e incluso corrupción de la que “no existía ya” o bien escándalos por desfalcos económicos a la nación, han quedado expuestos y los periodistas se han dado a la tarea de darle seguimiento, bajo el eje simple de la congruencia con la que el fundador de MORENA predicó: No mentir, no robar y no traicionar al pueblo.

En el imaginario perfecto, esos tres principios deberían de cumplirse por todas y todos aquellos que están afiliados al Movimiento de Regeneración Nacional, sin embargo este ha sido un “talón de Aquiles” para el mismo movimiento, ya que ante la llegada de diferentes actores, se convirtió en un chapulinero, en el que la misma ciudadanía les dió su confianza para que ocuparan algunos cargos, sin embargo llegaron nuevamente para servirse con la cuchara grande, ya que al existir un respaldo desde la presidencia de la República, han creído que por una parte sus actos de corrupción serán minimizados o bien quedarán en el olvido y no pasara nada; todos sabemos que la justicia tarde que temprano llega, también, algo que han olvidado, es que la la propia sociedad es juez de los actos que realizan, por ello la claridad de; lo que se diga, haga o busque. El caso de la gobernadora de Baja California, Maria del Pilar y su esposo, a quienes recientemente el Gobierno de Estado Unidos les ha retirado su visa por posible investigaciones, sin que aún las autoridades hayan compartido con claridad los motivos, o también el caso de reciente del viaje por parte de presidente del Senado de la República, Gerardo Fernandez Noroña, ha sido uno de los casos en los que la congruencia entre lo que se dice y se hace, son dos puntos que se deben tanto de comunicar, como de verse aplicados a su persona.

En el caso de Noroña, le ocasionó un alboroto en el que por querer un asiento más costoso y por ello más cómodo, ¡terminó exhibido!, traicionando el principio de la austeridad, es decir no utilizar recursos para lujos o cosas necesarias. No solo la falta de congruencia con lo que representa quedó en evidencia, también es visible la falta de conocimiento sobre el tema administrativo, ya que si bien el hizo entrega de una parte del boleto de avión, la factura con efectos fiscales ha salido por completo a nombre del Senado de la República, lo que incluso ha cuestionado si al interior de la cámara alta se realizan las declaraciones ante el SAT, pues bien, la factura de la aerolínea si contiene el CFDI y el “recibo” presentado por Noroña es una hoja membretada.

Casos como los anteriores son solo algunos en los que la congruencia con la que representan a los mexicanos, no es la misma que sostiene al llegar al cargo, por lo tanto la apariencia de campaña o de búsqueda de algún cargo forma parte de la esencia de cada ser humano y en política, la esencia jamas les traiciona.