En julio de 2018 tuve la suerte de estar en el Zócalo festejando el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. Un momento inolvidable. ¡Cuánta alegría de tantísimos! Hoy, que la primera mujer en la historia del país gana las elecciones para ocupar la presidencia, tuve que ver la celebración desde Barcelona. No importa. Nada empaña el alivio y la satisfacción de saber que una mujer inteligente, con una sólida formación académica y cuya principal ocupación ha sido el trabajo, estará al frente del país. Lo mejor es que la acompañará Clara Brugada como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, puesto que ha ganado por el excelente papel que desempeñó como jefa delegacional en Iztapalapa.
Al fin lo que nuestro país merece. México vive un momento estelar.
A pesar de que auguraron que AMLO sería un peligro para México porque según sus adversarios lo convertiría en Venezuela y que desde luego al final de su mandato se reelegiría, el sexenio está terminando con paz social y firmeza económica, como hacía mucho que no sucedía. Eso sin hablar de la enorme popularidad que el gobierno jamás perdió.
¿Sigue habiendo corrupción? Sí. Fue el distintivo del sistema político mexicano durante los dos siglos de existencia de la República. No podía desaparecer en un sexenio. Pero la cabeza principal no robó, y esa fue una novedad.
¿Sigue existiendo el narco? Sí. Mi teoría, muy personal, es que si AMLO hubiera elegido darle batalla, habría tenido que destinar a ello todo su esfuerzo y la hacienda pública, y a él le urgía levantar la estructura de un país que estaba en ruinas.
¡Cuántas veces di gracias, durante la crisis sanitaria del covid, de que hubiera sido él quien estuviera al frente en vez de la horda de carroñeros del PRI o del PAN que se habrían dedicado a saquear aprovechando la vulnerabilidad de la ciudadanía!
Por lo cual solo queda dar las gracias. Ante todo por su cercanía, su sencillez, su honestidad y su voluntad de comunicar.
Gracias porque, en efecto, por el bien de México fueron primero los pobres.
Gracias por haber aumentado el bienestar y haber sentado las bases para la inversión, el crecimiento económico y la estabilidad gubernamental.
Gracias por la reforma que elevó a rango constitucional los programas sociales y condujo a una reducción real de la pobreza.
Gracias por el apoyo a los adultos mayores que gozan de una pensión que en enero de 2024 se incrementará.
Gracias por tomar en cuenta a los jóvenes, que tendrán oportunidad de trabajar como aprendices mientras se forman, como se hace en varios países de Europa.
Gracias por el Tren Maya. Me hace muy feliz que México comience a desarrollar su red ferroviaria.
Gracias por el Tren Interoceánico.
Gracias por el aeropuerto Felipe Ángeles.
Gracias por la Presa del Cuchillo 2.
Gracias por el Tren Insurgente.
Gracias por la Refinería Dos Bocas.
Gracias por un PIB que en 2023 quedó en 3.2.
Gracias porque entre 2021 y 2022 se recuperó lo perdido en el 2020 por la pandemia y hasta más.
Gracias porque en 2023 entraron 36 mil millones de inversión extranjera directa.
Gracias porque el desempleo quedó en 2.8 por ciento de la población económicamente activa.
Gracias porque podríamos llegar a convertirnos en la economía número 11 a nivel mundial.
Gracias por la creación de un fondo semilla de 64 mil millones de pesos para pensiones y garantizar el cien por ciento del salario como pensión. Sé que a mucha gente no le va a gustar que Claudia Sheinbaum haya ganado la elección, pero ya es un hecho. Ojalá esta vez tengan la generosidad de dejarla gobernar, por el bien de todos.