Las voces rockeras de Moscú, el último aliento de libertad de la cortina de hierro

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francisco rodriguez

En 1989, Moscú abrigó el #FestivaldeMoscú, seguramente la reunión más grande bandas de metal y hard rock, que muchos han dicho, ayudó a derrumbar el último ladrillo de la Cortina de Hierro.

El motivo que dio origen a este concierto, hoy en día, es motivo de controversia. Los organizadores refieren que la Unión Soviética merecía su propio #Woodstock. 

Recuérdese que en el 89, las políticas de #MijailGorbachov permitieron la celebración del evento. Los espectadores moscovitas esperaban a las bandas de rock y metal que los visitaban desde el otro lado del mundo. Y es que el “otro lado del mundo”, también representaba las diferencias políticas e ideológicas que separaban al planeta en dos bloques. Bajo el lema “El Este se encuentra con el Oeste”, se intentaba unificar al mundo por medio del #rock, luego de varios años de hostilidades dentro del marco de la #GuerraFría.

Más de doscientas mil almas soviéticas abarrotaron el Estadio Olímpico para escuchar a las bandas occidentales. En el concierto se oyó a la única banda soviética Working Park; luego siguió #Cinderella, #OzzyOusborne, #MötleyCrüe. Casi al final, se presentó #Scorpions. Este grupo salió tan inspirado del evento que luego compusieron la rola #WindofChange, la canción que representaría la caída #MurodeBerlìn.

Dos años después, el festival #MonstersofRock llegaría a Moscú para repetir el éxito del 89. El contexto geopolítico era turbulento, pues la #UniònSoviètica respiraba ya con dificultad a causa de las revoluciones iniciadas en el 89, que piedra por piedra echaban abajo #CortinadeHierro. Un #GiganteRojo agonizante se daba el lujo de albergar uno de los eventos  más importantes de la historia del rock. El pulso del gigante era malo, ya que un mes antes se había fraguado un golpe de Estado fallido contra el régimen de Gorbachov. 

Las hostilidades dentro de la Unión Soviética estaban a flor de piel. Pero no fue el impedimento para que un millón de personas se congregaran en el Aedrònomo de Moscú para escuchar buen rock. Sin embargo, las tensiones estaban presentes en el evento en vista de lo ocurrido un mes atrás. Miembros del Ejército Rojo vigilaban que el concierto no se saliera de control: cientos de miles de fanáticos, una crisis de ingobernabilidad y el Ejército Rojo frente a las mejores bandas occidentales. ¡Vaya escenario!   

En momentos, parecía que el evento se salía del control del Ejército Rojo, pero el público se tranquilizó para evitar la cancelación del concierto. Las tensiones volvieron a subir de tono cuando apareció #Metallica. La olla siguió ardiendo porque la banda que cerraba el festival era #ACDC.

Pero la historia sigue su curso. Luego de estos respiros de libertad en un bloque sofocado por las revoluciones, en diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia acordarían la disolución de la Unión Soviética. Sin duda, el #MonstersofRock fue el último clavo del ataúd de la era soviética, así como la reivindicación de una juventud que se desligaría del viejo orden mundial.