Excavaciones en dos yacimientos en Georgia sacan a la luz restos de lo que podría ser la bodega más antigua del mundo.
Un grupo de investigadores ha encontrado restos de vino en fragmentos de cerámica procedentes de dos excavaciones en Georgia que se remontan a unos 6.000 años antes de nuestra era, según recoge un estudio publicado este lunes en la revista Proceeding of the National Academy of Sciences (PNAS). Se trata de los restos más antiguos hallados hasta la fecha de vino obtenido a partir de uva euroasiática, la que se usa actualmente en la mayoría de los vinos producidos en el mundo.
La base de una jarra recuperada en Georgia. Los fragmentos de cerámica proceden de dos yacimientos neolíticos que se remontan a los años 6.000-5.000 a.C. denominados Gadachrili Gora y Shulaveris Gora, situados a 50 kilómetros al sur de Tbilisi, la capital georgiana. Científicos de la Universidad de Toronto, Canadá, en colaboración con el Museo Nacional de Georgia, recogieron fragmentos de ocho grandes jarras de cerámica y los restos hallados en su interior fueron analizados por investigadores de la Universidad de Pensilvania.
Los resultados del análisis revelaron restos de ácido tartárico que es uno de los
indicadores clave de la uva y del vino, así como otras sustancias relacionadas con
esta bebida. “Creemos que es el ejemplo más antiguo de uva euroasiática cultivada
expresamente para la fabricación de vino”, afirmó Stephen Batiuk, coautor del estudio e investigador senior del departamento de Civilizaciones de Oriente Próximo y Oriente Medio y del Centro de Arqueología de la Universidad de Toronto, según aparece en un comunicado de la universidad.
Según Batiuk, la cerámica hallada “resulta ideal para procesar, servir y almacenar productos fermentados”. La creación del material se remonta al neolítico, periodo que también vio nacer actividades como la ganadería, la domesticación de animales y el desarrollo de herramientas de piedra pulida,
recuerda el experto.
El yacimiento en Gadachrili Gora donde se realizan las excavaciones. Hasta ahora las evidencias más antiguas de producción de vino procedían del yacimiento de Hajji Firuz Tepe en el noroeste de las montañas Zargos, en Irán, que se remontan a unos 5.400 y 5.000 años a.C. El nuevo estudio permite añadir mil años de antigüedad al surgimiento de la producción de vino.
Otro hallazgo que pugna por el título de “vino más antiguo”; es una bebida fermentada obtenida unos 7.000 años antes de Cristo y que fue hallada en el yacimiento arqueológico Jiahu en el valle del Río Amarillo de China. Sin embargo, los autores del nuevo estudio subrayan que aquel vino no era un vino obtenido de uva euroasiática, sino una combinación de fermentos de uva local con alta concentración de azúcar con vino de fruta, cerveza de arroz e hidromiel.