2016: Los recuerdos del porvenir
El título elegido para esta colaboración corresponde a la obra de la escritora Elena Garro. Las vivencias de los hermanos Moncada sirven a la autora para realizar una revisión de un período en la historia de México: la Guerra Cristera.
Conscientes de que ésta no es una columna literaria, nos limitaremos a resaltar la forma en que Garro plantea la historia de México como una situación repetitiva en la que lo político, pero no únicamente esta esfera, permanecen inamovibles en el tiempo. Cambian los nombres, e incluso las situaciones, pero no la manera de reaccionar a ellas.
El 2016 político mexicano matiza entre los grises y los negros, desafortunadamente. En el porvenir, último tercio del gobierno de Peña Nieto, a nivel federal, y en la misma etapa en el gobierno del Estado de México, ya lo vimos todo. A nivel federal las promesas se quedan sin fundamento en lo microeconómico, mientras que a nivel estatal, y luego de una revisión de indicadores de crecimiento y bienestar, retrocedimos.
Este dieciseisavo año de la cuenta de los dos mil seguirá la política ficción, el espectáculo anhelante de resultados. La apertura del año estará a cargo de la visita del Jefe del Estado del Vaticano a México, donde la clase política pasará revista con declaraciones oportunistas y fotos de su presencia y atención al evento, emitiendo opiniones que ganen las simpatías de una población mayoritariamente católica.
En el campo electoral se pelearán (sí, a dos de tres caídas), las gubernaturas de Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
En la mayoría de las entidades en disputa estamos frente a un PRI cuyos cacicazgos y grupos de poder están asentados por un porvenir que, tal vez, algún día, cambie de bandera. Hidalgo su mejor ejemplo pero no el único. La atención deberá focalizarse en Puebla, cuyo actual gobernador querrá permanecer en la palestra política, y los resultados en la elección poblana definirán su futuro para el 2018. Oaxaca será otra elección que seguiremos con lupa, pues la dinastía Murat así como los conflictos sociales de la región serán notas para análisis.
El 2016 tendrá dos temas predominantes: el económico y el bélico, no sólo a nivel nacional sino internacional.
En lo económico los impactos de la llamada globalización involucrarán a todas las naciones. Con frases clave como recesión mundial, los políticos mexicanos encontrarán el mejor pretexto para justificar los mínimos índices de crecimiento nacional, calculados ya en menos de 3 puntos porcentuales para el año que inicia.
En lo bélico, y en lo que la política internacional de México mantiene la cordura, la marca serán las provocaciones de unos y otros que ven en la guerra la reactivación de sus economías.
Finalmente, seguirá la ficción política que nos atrae para reflexionar con la audiencia lectora. Si nada de esto pasara ¿de qué platicamos? Leer el texto de Elena Garro, Los recuerdos del porvenir, sería una buena oportunidad de ampliar los temas de conversación.