El oficialismo queda desplazado mientras el escrutinio avanza lento y crecen las tensiones por posibles irregularidades
Honduras vive una de las definiciones electorales más cerradas de su historia reciente. Con poco más de la mitad de las actas contabilizadas, la carrera presidencial se centra en dos aspirantes de corte conservador, separados por apenas unos miles de votos y bajo la expectativa de un conteo que avanza con lentitud.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 55.87% del escrutinio completado, Nasry Asfura (Partido Nacional) encabeza la votación con 40%, seguido muy de cerca por Salvador Nasralla (Partido Liberal), quien registra 39.8%. La distancia entre ambos no supera los 5,000 sufragios, un margen que mantiene el escenario abierto. Honduras no contempla balotaje, por lo que bastará una mayoría simple para definir al próximo presidente.
La candidata del partido gobernante Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, aparece en tercer lugar con 19.18% de los votos. Moncada llamó a su militancia a mantenerse vigilante hasta conocer el 100% de las actas y anunció que fijará su postura oficial una vez que el CNE publique resultados completos.
Retrasos y vigilancia internacional
La jornada se desarrolló sin incidentes graves, según la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea. Sin embargo, el primer boletín tardó más de lo habitual: fue difundido con una hora de demora y casi cinco horas después del cierre de casillas, lo que incrementó la tensión política en el país.
Días antes de los comicios, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó públicamente su respaldo a Asfura, asegurando que ambos podrían colaborar en temas de seguridad. También calificó a Moncada como “cercana al comunismo” y señaló que Nasralla “no es un aliado confiable”. El mensaje causó polémica al incluir el anuncio de un posible indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, sentenciado en EE.UU. por narcotráfico, figura que divide profundamente a la sociedad hondureña.
Candidatos llaman a la calma
En pleno conteo, Nasralla pidió a sus simpatizantes defender las urnas y permanecer atentos al proceso. Asfura, por su parte, aseguró que no declarará victoria hasta que existan cifras finales verificables: “Conocemos los números, pero seremos responsables”, dijo frente a medios.
Aunque aún no se publican los datos de participación, especialistas estiman una asistencia cercana al 60%. Fallas en el sistema biométrico de registro podrían complicar el cierre del proceso, lo que mantiene vivo el debate sobre transparencia y confianza institucional.
Un país en espera y con grandes desafíos
Honduras llega a esta elección con altos índices de pobreza, inseguridad y migración. El gobierno que resulte electo deberá afrontar el reto de generar empleo, mejorar la rendición de cuentas y recomponer sus relaciones internacionales. El CNE cuenta con hasta 30 días para oficializar el resultado final, plazo durante el cual el clima político se mantendrá en suspenso.