Octubre arranca como ese final de temporada de tu serie favorita de Netflix: se supone que cierra la trama, pero te deja con más preguntas que respuestas. ¿Por qué? Porque aunque los eclipses ya pasaron, su energía sigue latente, como una canción triste justo después de una ruptura. Bienvenidos al mes post-eclipses… y a sus efectos secundarios.
Recapitulemos: Septiembre ha sido mega-intenso y nos ha sacudido hasta los empastes de las muelas. Nos enfrentó a nuestros peores miedos, creencias y relaciones caducadas para que pudiéramos reaccionar desde la mayor neutralidad. Sin dramas ni victimismos. Con responsabilidad. Todo esto como parte del cierre de un ciclo que viene gestándose desde hace años. Si estos días te sientes en un estado de duda existencial, es normal: estás justo donde debes estar. Esta ventana energética durará meses y recuerda que el cielo te quita, pero también te da. Ahora nos libera de lo que ya no necesitamos para darnos espacio para construir con más verdad.
El mes arranca con la luna llena del día 6, en el grado 14 de Aries. Desde marzo, el signo del carnero ha sido como mercado en día de feria: el nodo norte pasó por ahí, hubo eclipse solar, llegaron Neptuno y Saturno… Si sentiste que te estaban obligando a transformarte sin anestesia, ¡acertaste!. Ahora, esta luna llena es el espejo que te pregunta a la cara: ¿Tomaste ya las riendas de tu vida, o sigues esperando a que las ranas críen pelo?
Astro-consejo: Averigua donde cae la zona Aries de su carta porque ahí está pasando algo grande, y esta luna llena va a mostrarte lo que ha germinado, pero también te va a preparar para lo que vendrá en 2026.
Ese mismo día, Mercurio entra en Escorpio y se pega a Marte. Traducción: la mente se vuelve estratégica, filosa y hasta un poco vengativa si te pisan el poncho. El 20, Mercurio entrará en sombra pre-retrógrada (hasta el 9 de noviembre), así que todo lo que ocurra entre esos días se revisará después. Consejo de amiga astróloga: si vas a hacer compras grandes, firmar contratos o declarar amor eterno, piénsalo dos veces… o mejor tres.
El 13 de octubre, Plutón arranca directo en Acuario, activando procesos emocionales profundos que venían gestándose desde mayo. Con su trígono a Urano en Géminis y la entrada de Venus en Libra, llega una brisa de renovación que suaviza tensiones y favorece nuevas alianzas. Tal vez conozcas a alguien con quien compartir terapia, ideas… o postres.
El 21 llega la luna nueva en Libra, la primera fuera de la temporada de eclipses, ideal para sembrar intenciones (pero reales, no en plan “quiero la paz mundial” como una Miss). Pero cuidado: estará en cuadratura con Júpiter, así que evita pedirle al universo deseos XXL que después no puedas sostener. Relaciones, sociedades y acuerdos entran en revisión. ¿Estás compartiendo o te estás anulando?
El 22, Neptuno, que está retrogradando, regresa a Piscis. Después de su breve paso por Aries, vuelve a casa para ayudarte a disolver ilusiones, cerrar temas pendientes y bajar de la nube (pero con suavidad). Se quedará allí hasta enero de 2026, así que tómate tu tiempo para ordenar el reino de tus sueños.
Y como la guinda del pastel, el día 24 el Sol en Escorpio se cuadra a Plutón, para sacar a la luz secretos, tensiones internas o ganas de mandar todo a freír espárragos. No te asustes, pero marca tus límites… sin necesidad de recurrir a la katana que te regalaron en tu cumpleaños (a menos que sea estrictamente necesario).
En resumen, octubre será intenso, pero liberador. Como siempre, la clave estará en tu capacidad para aceptar el cambio, reconocer lo que ya no va más, soltarlo… y confiar en que lo nuevo no viene a destruirte, sino a actualizarte.
Claudia Romera