Día Internacional del Periodista: La voz que sostiene a la democracia

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El periodismo no solo informa. Ilumina rincones oscuros, cuestiona al poder y da voz a quienes han sido históricamente silenciados. Cada 8 de septiembre, el mundo conmemora el Día Internacional del Periodista, una fecha que no solo celebra una profesión, sino que reafirma su papel como pilar esencial de la democracia y de las sociedades libres.

La efeméride fue instaurada en 1958 en honor a Julius Fučík, periodista checo asesinado por los nazis en 1943, autor del libro Reportaje al pie de la horca, que escribió durante su encarcelamiento. Su historia simboliza el valor y el compromiso de quienes, incluso ante amenazas, eligen seguir contando la verdad.

A lo largo de la historia, el periodismo ha sido una herramienta poderosa de cambio. Desde la denuncia del Watergate, que llevó a la renuncia del presidente Nixon en Estados Unidos, hasta los Papeles de Panamá, que revelaron redes globales de evasión fiscal, el trabajo periodístico ha sacudido estructuras de poder y evidenciado corrupción, abuso y desigualdad.

En México, casos como la investigación de la Casa Blanca presidencial o los reportajes sobre los 43 estudiantes de Ayotzinapa han demostrado que el periodismo puede abrir conversaciones nacionales, exigir rendición de cuentas y movilizar a la sociedad.

El buen periodista no solo busca la noticia: la contextualiza, la verifica y la transmite con responsabilidad. La ética profesional es una de las virtudes más fundamentales: en un mundo donde la desinformación circula con velocidad, distinguir entre verdad y manipulación es una tarea crítica.

Asimismo, la perseverancia es característica de quienes, incluso con pocos recursos, arriesgan su seguridad para narrar historias silenciadas. En zonas de conflicto, regiones rurales o entornos controlados por intereses económicos o políticos, el periodismo se convierte en un acto de resistencia.

El compromiso social también distingue a esta labor. Un periodista comprometido no solo se interesa por los hechos, sino por sus consecuencias humanas. Escucha, interpreta y da lugar a las voces que suelen quedar fuera de los medios tradicionales: comunidades indígenas, mujeres, migrantes, víctimas de violencia.

El auge de las redes sociales, la inteligencia artificial y la inmediatez digital han replanteado las formas de ejercer el periodismo. Hoy, un periodista puede alcanzar audiencias globales desde su celular, pero también enfrenta la sobrecarga informativa, las noticias falsas y la precariedad laboral.

Sin embargo, estas mismas herramientas han fortalecido el periodismo colaborativo y transfronterizo. Iniciativas como el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) han demostrado que la cooperación entre medios puede derribar barreras y lograr impactos reales.

El Día Internacional del Periodista no es solo una fecha para felicitar a quienes ejercen esta profesión. Es un recordatorio de que, sin periodismo libre, no hay democracia plena. Celebrar al periodista es también exigir condiciones dignas de trabajo, garantías de seguridad, respeto a la libertad de expresión y espacios para la pluralidad de voces.

En tiempos donde la verdad se debate, el periodismo sigue siendo la brújula que orienta a las sociedades. Su virtud más poderosa no es la objetividad absoluta, sino la honestidad, el rigor y la voluntad de buscar el bien común a través de la verdad.Esto es, simplemente, un punto y aparte.