
A partir del 2 de septiembre, los solicitantes de visa de no inmigrante en México que tengan menos de 14 años o 80 años o más deberán presentarse personalmente a una entrevista en la embajada o consulados de Estados Unidos. Con este cambio, el Departamento de Estado retira la exención que, hasta ahora, permitía a la mayoría de los solicitantes en estos rangos de edad evitar el trámite presencial.
La medida impacta principalmente a quienes gestionen la visa B-2 de turismo y otras autorizaciones para estancias breves. Según el anuncio oficial, el objetivo es reforzar la verificación directa y los controles de seguridad en el proceso, retomando procedimientos aplicados antes de la pandemia.
No obstante, las nuevas reglas mantienen excepciones en casos específicos. Continuarán exentos de entrevista los solicitantes de visas diplomáticas u oficiales en las categorías A-1, A-2, C-3 (excepto personal doméstico de funcionarios acreditados), G-1 a G-4, NATO-1 a NATO-6 y TECRO E-1.
También podrán evitar la entrevista quienes renueven visas B-1, B-2 o B1/B2, así como la Border Crossing Card/Foil para ciudadanos mexicanos, siempre que la solicitud se realice dentro de los 12 meses posteriores a la fecha de vencimiento. En estos casos, el solicitante deberá haber tenido 18 años o más al obtener la visa anterior, presentar el trámite en su país de residencia o nacionalidad y no contar con antecedentes de rechazo o inelegibilidad.
El Departamento de Estado aclaró que los oficiales consulares mantienen la facultad de exigir una entrevista presencial en cualquier momento y por cualquier motivo, incluso si el solicitante cumple con los criterios de exención.
El cambio afectará a miles de personas que buscan una visa de no inmigrante —entre ellos turistas, estudiantes y profesionales— para ingresar temporalmente a Estados Unidos. La autoridad estadounidense subrayó que esta actualización responde al incremento en el flujo de viajes internacionales, que ha regresado a niveles cercanos a los registrados antes de la pandemia, y al interés por fortalecer los protocolos de seguridad y revisión presencial.