Un trozo del planeta rojo aterrizará, simbólicamente, en el centro del mercado del arte y la ciencia: una roca proveniente de Marte, con un peso de 25 kilogramos, será subastada este miércoles 16 de julio en Nueva York por la casa Sotheby’s, especializada en artículos de alto valor histórico y científico.
La pieza —una rareza absoluta en la Tierra— ha sido tasada entre 2 y 4 millones de dólares, convirtiéndose en uno de los objetos extraterrestres más valiosos jamás ofrecidos al público.
Este meteorito no es solo inusual por su procedencia, sino también por su tamaño: es el mayor fragmento marciano que se ha identificado oficialmente en nuestro planeta. Según detalló Cassandra Hatton, vicepresidenta de Ciencia e Historia Natural de Sotheby’s, su volumen duplica al del que, hasta ahora, era considerado el mayor ejemplar conocido.
“Estamos hablando de una roca que supera cualquier registro previo. Es un testimonio físico del universo que muy pocas personas han tenido la oportunidad de contemplar de cerca”, afirmó Hatton.
La roca fue estudiada meticulosamente para confirmar su origen. Una pequeña muestra permitió identificarla como una shergotita olivina-microgabroica, formada tras el lento enfriamiento del magma marciano. Su interior presenta cristales de piroxeno, olivino y maskelynita, mientras que su superficie, con un acabado vítreo, refleja el intenso calor que sufrió al atravesar la atmósfera terrestre.
Aunque no se tiene certeza sobre cuándo llegó a nuestro planeta, los expertos creen que el impacto ocurrió en tiempos recientes, al menos en términos geológicos.
Además de esta extraordinaria pieza, Sotheby’s incluirá en la misma subasta el esqueleto parcial de un Ceratosaurus juvenil. El fósil, hallado en 1996 en Wyoming, cuenta con cerca de 140 huesos auténticos complementados por recreaciones científicas. Su precio estimado oscila entre 4 y 6 millones de dólares.
Ambos objetos forman parte de una subasta sin precedentes dedicada a tesoros naturales. “Este tipo de artículos rara vez se ofrecen al público. El comprador no solo adquirirá una pieza asombrosa, sino también un fragmento de la historia del universo”, concluyó Sotheby’s.