
Un proyecto liderado por Cynthia Elizabeth Valenzuela Chapa, estudiante de la carrera de Biotecnología Genómica en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), fue seleccionado para ser enviado a la Estación Espacial Internacional en 2026, como parte de una iniciativa internacional de investigación respaldada por la NASA.
La joven formó parte del International Air and Space Program, una convocatoria anual que reúne a estudiantes de diferentes países para colaborar en proyectos científicos vinculados a la exploración espacial. La edición más reciente del programa se llevó a cabo en Huntsville, Alabama, donde Cynthia trabajó en equipo con otros participantes en el diseño de un material destinado a proteger estructuras y seres vivos de la radiación cósmica en entornos como la Luna o Marte.
El proyecto fue distinguido por su enfoque innovador y factibilidad práctica, lo que le valió su selección para ser puesto a prueba en condiciones reales fuera de la Tierra. Su aplicación no solo se contempla para misiones espaciales, sino también como tecnología de protección para viviendas en zonas de altas temperaturas en nuestro planeta.
Para lograr asistir a este programa, Cynthia impulsó una campaña de recaudación en línea, mediante la cual logró reunir más de 16 mil pesos. El costo total de participación, cercano a los 4 mil dólares, fue cubierto en su totalidad gracias a las contribuciones voluntarias y el respaldo institucional, incluyendo el apoyo directo del rector de la UANL, quien cubrió el resto de los gastos.
“Quería que las personas confiaran en el propósito de la colecta. Era un proyecto serio, una oportunidad única para mí y también para representar a México”, comentó la estudiante.
Durante su estancia en Alabama, además del desarrollo técnico, Cynthia recibió entrenamiento simulado como parte de la formación especializada para comprender los desafíos físicos y operativos que enfrentan los astronautas en misiones reales.
El material desarrollado será enviado a la Estación Espacial Internacional en abril de 2026, donde será sometido a pruebas en un entorno de microgravedad y alta radiación. Los resultados permitirán evaluar su efectividad como escudo protector, tanto en el espacio como en futuras adaptaciones terrestres.
Este logro no solo representa un paso importante en la trayectoria científica de Cynthia, sino también un ejemplo de cómo el talento joven puede contribuir a la innovación en ámbitos globales, con impacto tanto en la exploración espacial como en la vida cotidiana en la Tierra.