El Colegio Cardenalicio, reunido en cónclave tras el fallecimiento del Papa anterior, anunció el 8 de mayo la elección de su sucesor: el Cardenal Robert Francis Prevost, quien ha tomado el nombre de León XIV. La Plaza de San Pedro estalló en júbilo al vislumbrarse la fumata blanca, señal inequívoca de la elección papal.
El nuevo Pontífice, originario de Chicago, Estados Unidos, tiene 69 años y hasta su elección se desempeñaba como Prefecto del Dicasterio para los Obispos. Su nombramiento representa un acontecimiento histórico, al ser el primer Papa de nacionalidad estadounidense. Su experiencia en el dicasterio le ha otorgado una visión amplia de la Iglesia a nivel global.
En su primer discurso, pronunciado desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el Papa León XIV hizo un llamado a la reconciliación y la solidaridad, enfatizando la importancia del diálogo inter religioso y la búsqueda de soluciones conjuntas a los desafíos globales. “En un mundo marcado por la división y la desigualdad, la Iglesia debe ser un faro de esperanza y unidad”, declaró el nuevo Papa, añadiendo su preocupación por la crisis climática y la necesidad de una mayor justicia social.
Durante una audiencia privada con los cardenales, el Papa León XIV expresó su deseo de continuar con la labor de sus predecesores, poniendo especial énfasis en la evangelización y el acompañamiento a los más vulnerables. También mencionó su intención de promover una mayor sinodalidad dentro de la Iglesia, buscando una mayor participación de los fieles en la toma de decisiones.
En su primera misa como Sumo Pontífice, el Papa León XIV exhortó a los fieles a “ser testigos del amor de Cristo en el mundo”, y reiteró su compromiso con la paz y la justicia. Los líderes mundiales han manifestado su interés en colaborar con el nuevo Papa en la búsqueda de soluciones a los problemas globales. La ceremonia de entronización, que se celebrará el próximo domingo, se espera que atraiga a dignatarios de todo el mundo. El pontificado del Papa León XIV se inicia en un momento de importantes desafíos para la Iglesia y el mundo, y sus primeras palabras y acciones han generado expectativas de un liderazgo marcado por la apertura, la humildad y el compromiso con los más necesitados.